Encuentro histórico entre el CIG y trabajadores

                  HISTÓRICO ENCUENTRO ENTRE EL CIG Y ORGANIZACIONES SINDICALES Y DE TRABAJADORES.



La importancia de la conformación del CIG (Concejo Indígena de Gobierno) y la campaña de Marichuy, su vocera, para ser registrada como candidata presidencial independiente va más allá de la campaña electoral. De hecho es una toma de posición que no se limita a las elecciones, no es realmente una campaña electoral, sino una alternativa política frente a la profunda crisis (esperamos terminal) del régimen político mexicano.

La descomposición y crisis del régimen político actual no tiene precedente y es la culminación de un sexenio marcado por la ilegitimidad, desde el yosoy132, pasando por el reclamo de los 43 de Ayotzinapa y el persistente grito de “Fuera Peña” y “Fue el Estado”. La crisis se refleja en la crisis de legitimidad del sistema político electoral, sus instituciones y todos los partidos políticos legales, así como en la falta de legitimidad también de las instituciones de justicia. La crisis se expresa en el terreno político electoral por la falta de credibilidad y el desprestigio de todos los partidos políticos.

La exhibición del oportunismo y los escandalosos acuerdos que hacen todos los partidos para tratar de mantenerse en el control del aparato del Estado. No es casual que todos busquen alianzas y coaliciones entre ellos mismos para tratar de salvar el funcionamiento del sistema. El ejemplo mayor es la candidatura de José Antonio Meade por el PRI, representativo de la oligarquía neoliberal cuyo mérito es haber servido por igual a gobiernos del PRI y del PAN. Pero los demás partidos también hacen alianzas con diversos sectores de la clase dominante que están divididos por intereses encontrados y por falta de brújula sobre las formas de continuación del dominio capitalista, sobre todo ante la llegada de Trump al gobierno de EU.

Por eso la propuesta del CIG de la candidatura independiente de Marichuy aunque busca el registro legal juntando las firmas exigidas, es una campaña antisistema, contra el conjunto del sistema político electoral. Por eso Marichuy dice “no busco votos, quiero todo”. Las calumnias de seguidores de AMLO que argumentan que Marichuy quitará votos para el triunfo de Morena, no entienden que nuestra campaña no busca votos para ganar el gobierno (y hacer la demagógica promesa de que si votan por mí, todo se resuelve) sino que busca acabar con el sistema político todo en actual crisis y descomposición.

La campaña para conseguir un millón de firmas para el registro de Marichuy como candidata independiente es también en el marco de esa crisis. Por el descrédito de los partidos actuales, ellos mismos aprobaron crear la figura legal de “candidatura independiente” para tratar de relegitimar el proceso electoral, pero al mismo tiempo poniendo condiciones extremas e imposibles de cumplir desde una alternativa realmente independiente como la de Marichuy (que no tiene el apoyo de sectores de partidos como El Bronco, Margarita Zavala o Ríos Piter). Desde el principio Marichuy ha denunciado el carácter clasista, antidemocrático, racista y misógino del procedimiento para el registro de su candidatura.

Aquí es donde conviene no olvidar que la candidatura de Marichuy va más allá de una campaña electoral. Hemos hecho la recolección de firmas para al mismo tiempo denunciar el carácter antidemocrático del sistema. Pero la lucha que representa la candidatura de Marichuy, pensamos, debe continuar con firmas o sin firmas, con registro o sin registro. Porque es una campaña de lucha contra el sistema político en su conjunto. Se debe mantener, aun sin registro, para ofrecer una alternativa ante la crisis del régimen, pero por fuera del régimen que es lo que representa potencialmente el CIG y no para fortalecer al sistema y al régimen. La campaña de Morena, por el contrario, busca relegitimar el sistema político electoral, generando ilusiones sobre las posibilidades de un cambio de gobierno solamente votando en julio. La campaña de Marichuy y el CIG (y todas las fuerzas que le apoyamos) debe seguir denunciando el carácter antidemocrático del sistema, especialmente ante el inminente fraude electoral que realizarán para imponer seguramente al candidato del PRI.

Y en esto es que el CIG representa una opción anticapitalista en medio de la crisis. Propone que su vocera sea candidata independiente, diciendo que no busca votos y ante el fraude que se avecina, va conformando y fortaleciendo un Concejo Indígena de Gobierno por todo el país. El Encuentro de Trabajadores reunidos en el SME este 24 de enero tiene el reto de encontrar y crear los caminos para emular al CIG avanzando hacia la conformación también de un Concejo de Gobierno de la clase trabajadora y el pueblo. Es la importancia histórica de este encuentro al sentar las bases para una alianza entre los pueblos indígenas y originarios representados por el CIG y las organizaciones sindicales y de trabajadores que incluyen sindicatos combativos como el SME y los agrupados en la NCT (Nueva Central de Trabajadores), pero también de otros sectores y movimientos en lucha como la ANUEE (Asamblea Nacional de Usuarios de Energía Eléctrica) y organizaciones como la OPT (Organización Política del Pueblo y los Trabajadores).

La alianza obrera campesina e indígena en la perspectiva de una alianza entre el Concejo de Gobierno Indígena y un futuro Concejo de Gobierno de los Trabajadores necesariamente se reflejará en la conjunción de demandas de lucha de los pueblos indígenas que se oponen a la devastación capitalista de sus comunidades y pueblos y las demandas de trabajadores en lucha contra las reformas estructurales neoliberales, la violencia y militarización del país, el feminicidio y otras plagas de la fase actual del capitalismo. Este enriquecimiento programático es el que puede hacerse en este Encuentro donde se comparten experiencias de cada lado.

24 de enero de 2018.



    PARTIDO REVOLUCIONARIO DE LOS TRABAJADORES